Descripción
¿Cómo lo preparo?
Nuestras alitas de pollo resultan excelentes tanto cocinadas en el horno como fritas. Prueba a dejarlas en un adobo de tu gusto la noche antes de freírlas, o, si lo prefieres, hornéalas barnizadas de salsa barbacoa. Separa las dos secciones de las alas antes de cocinarlas, para facilitar su consumo. Inolvidables.
¿Con qué lo acompaño?
Unos recipientes con diferentes salsas como salsa ranchera mexicana y salsa de queso azul son estupendas para acompañar las alitas. Si las haces picantes, no olvides poner una ensalada de lechuga y trozos de frutas jugosas por si hay que calmar algún paladar menos acostumbrado al picante. Prepara otras guarniciones clásicas como aros de cebolla rebozados o patatas fritas.
¿Y si sobra?
Si te sobran alitas ya cocinadas, separa su carne y utilízala en ensaladas, o muy picada para completar una sopa de fideos, o para hacer croquetas y otras recetas de aprovechamiento. Recuerda que en casa no se tira nada.
¿Qué vinos o bebidas le van?
La sangría, la cerveza muy fría o un vino tinto de vuestro gusto irán perfectamente a las alitas.
Trucos (conservación, sal, etc)
Como las alas de pollo tienen algo de grasa en la piel y bajo la misma, ten cuidado si las haces en barbacoas porque pueden prender las brasas. Es conveniente repetir el barnizado con la salsa o adobo en varias ocasiones mientras se van cocinando para que quede un exterior más crujiente y con más sabor. Cocínalas bastante, para que el interior esté bien hecho y se desprenda la carne de los huesos.
¿Sabías que?
Las llamadas Buffalo Wings o alitas al estilo Buffalo (Estado de New York) son un plato clásico americano.
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